Fístula perianal en perros

¿Qué es la fístula perianal?

La fístula perianal, también conocida como furunculosis anal es una condición médica grave que afecta más comúnmente a los perros Pastor Alemán, pero también puede ocurrir en otros perros de raza pura o mixta. El término perianal hace referencia a la zona que rodea inmediatamente al ano o a la terminación del tubo digestivo. Una fístula es una conexión o túnel anormal que se forma entre dos tejidos, órganos o vasos que normalmente no se conectan. En los perros afectados, la afección suele estar asociada a una infección en la región perianal, y suele haber uno o más tractos de drenaje presentes.

¿Cuáles son los signos clínicos de la furunculosis anal?

En sus primeras etapas de desarrollo, puede haber pocos signos clínicos y la afección puede pasar desapercibida. Algunos casos se descubren durante un examen físico de rutina o cuando el perro está siendo bañado o aseado.

«En sus primeras etapas de desarrollo, puede haber pocos signos clínicos y la condición puede pasar desapercibida».

A medida que la enfermedad progresa, el perro afectado generalmente se esfuerza durante la defecación, y habrá sangre en las heces. Una disminución del apetito (anorexia) es común en los perros con fístulas perianales. Por lo general, el perro se lamerá excesivamente la cola y las regiones rectales. Algunos perros serán reacios a sentarse, otros no moverán la cola con normalidad y algunos pueden volverse agresivos si se les toca la cola o los cuartos traseros. Los cambios de comportamiento son comunes. Algunos perros se vuelven retraídos o actúan deprimidos, y otros pueden parecer agitados o incluso agresivos. Si su perro muestra alguno de estos signos, póngase en contacto con su veterinario.

¿Qué tejidos se ven afectados por las fístulas perianales?

Las fístulas perianales se caracterizan por ser crónicas, purulentas (que producen pus), malolientes, ulceradas, en forma de senos (túneles) en la región anal y la piel circundante. La afección podría compararse con un ántrax, un absceso de muchas cabezas. Por ello, algunos veterinarios prefieren utilizar el término furunculosis – una condición de la piel caracterizada por el desarrollo de forúnculos recurrentes.

¿Qué causa la formación de fístulas perianales?

La causa no se conoce del todo, aunque se ha sugerido la impactación o infección de los sacos anales (glándulas anales) y de los senos y criptas adyacentes. Durante mucho tiempo se ha propuesto que la mala circulación de aire alrededor de la región anal es un factor contribuyente importante.

«Estudios más recientes indican que la condición es más probablemente causada por una enfermedad autoinmune.»

Estudios más recientes indican que la condición es más probablemente causada por una enfermedad autoinmune. También parece haber un componente genético en la afección, ya que algunas familias de perros pastor alemán parecen ser especialmente propensas. Un estudio indica que aproximadamente el 80% de los casos se dan en pastores alemanes.

¿Hay alguna predisposición por sexo o edad?

Sí. Las fístulas perianales son más comunes en los machos intactos y ocurren principalmente en perros de mediana edad.

¿Cómo se trata la enfermedad?

El tratamiento quirúrgico de las fístulas perianales era anteriormente el tratamiento de elección. Sin embargo, el tratamiento médico con fármacos inmunomoduladores es ahora la terapia preferida. A menudo se observa una mejora rápida; sin embargo, pueden ser necesarios varios meses de tratamiento para controlar la enfermedad. El tratamiento médico se divide en una fase de inducción y una fase de mantenimiento con fármacos como el tacrolimus (marca Protopic®), un medicamento tópico, y la ciclosporina (marca Atopica®), un medicamento oral. También se suelen recetar antimicrobianos para tratar las infecciones bacterianas secundarias. Puede recomendarse una prueba de alimentos hipoalergénicos, ya que muchos casos se han relacionado con una alergia subyacente. Aumentar la ventilación de la región perianal recortando la zona, especialmente en los perros de pelo largo, combinado con un baño y una limpieza sistemáticos y cuidadosos es una medida paliativa útil.

En los casos graves, puede ser beneficiosa la cirugía para desbridar o eliminar todo el tejido infectado posible, con o sin crioterapia (o congelación) simultánea. Esto reducirá la cantidad de infección y puede estimular una mejor curación. La cirugía tiene un alto riesgo de posibles complicaciones y sólo se utiliza en los casos en que el tratamiento médico fracasa.

¿Es el tratamiento curativo?

Muchos casos se resolverán tras un tratamiento prolongado. Independientemente de si se sigue un tratamiento médico o quirúrgico, estos casos suelen ser frustrantes para los propietarios de las mascotas e incómodos para ellas.

Hasta un 20% de los casos no responden y requieren un tratamiento intermitente de por vida. En estos casos, el tratamiento, aunque no es curativo, es ciertamente paliativo y reduce el dolor y el malestar que experimenta el perro.

Contribuidores: Tammy Hunter, DVM; Ernest Ward, DVM

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