¿Es el clicker un reforzador condicionado?
Un reforzador primario es un reforzador que un animal nace necesitando como comida, agua, refugio. Los reforzadores secundarios, o condicionados, son estímulos, objetos o eventos que se convierten en reforzadores basados en su asociación con un reforzador primario. Un perro no nace queriendo jugar con un juguete que chirría, pero cuando ese juguete se asocia con reforzadores primarios como la diversión y la interacción social, se convierte en un reforzador condicionado. El juguete, entonces, se puede utilizar para reforzar los comportamientos que le gustan, de la misma manera que usted usaría una golosina.
El clicker es comúnmente llamado un reforzador condicionado. Es un estímulo neutro emparejado consistentemente con un reforzador primario. Sin embargo, ¿es la asociación lo suficientemente fuerte como para poder utilizar el clicker sin un reforzador primario? Si es así, ¿hay repercusiones negativas y cuánto tiempo se puede utilizar el clicker antes de tener que «recargarlo»? Estas fueron las preguntas debatidas en la lista de correo de Click-L esta semana.
Estudiantes de la Universidad del Norte de Texas están investigando actualmente este tema. Han descubierto, según su compañera de estudios Kellie Snider, que los «clics sin premio» provocan comportamientos de frustración y otros problemas de aprendizaje. Sin embargo, esta investigación se llevó a cabo con perros que no conocían el adiestramiento con clicker. Helix Fairweather, miembro de Click-L, decidió probar el experimento con su habanero, BJ, que ya sabe utilizar el clicker. Aunque el «poder» del clicker duró más que en el experimento de la UNT, descubrió que se extinguía con bastante rapidez, especialmente una vez que su perro descubrió el patrón de refuerzo. Cuando no había nada para él, no había razón para jugar el juego.
Y eso, creo, es el quid de la cuestión. La gente que usa el clicker sin tratar, simplemente ha perdido el punto. No usamos el clicker para pasar con el menor refuerzo adicional posible. Usamos el clicker para decirle a nuestros perros: «¡Eso de ahí es lo que quiero!». El poder del click, para el entrenador, es como un marcador de eventos.
Para el perro, sin embargo, el poder del click es como una señal de que consigue algo que quiere. Si puede conseguir algo que quiere escuchando el clic y luego repitiendo ese comportamiento que usted quiere, entonces hemos encontrado una maravillosa herramienta para ganar. Pero cuando se le quita la motivación para escuchar, entonces el clicker no es más que un ruidoso aparato de hojalata.
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