¿Enfriamiento global?

Los habitantes del mundo, incluidos los científicos, viven principalmente en el hemisferio norte. Es muy natural preocuparse por los acontecimientos que ocurren cerca de casa y descuidar los acontecimientos lejanos. Por ello, no es de extrañar que se haya prestado tan poca atención al Hemisferio Sur. Las pruebas del enfriamiento global se han basado, en gran parte, en una grave tendencia al enfriamiento en las altas latitudes del norte. Este artículo señala que la tendencia de enfriamiento del hemisferio norte parece estar desfasada con una tendencia de calentamiento en las altas latitudes del hemisferio sur. Los datos son escasos. No podemos estar seguros de que estas fluctuaciones de temperatura no sean el resultado de causas naturales. Lo más probable es que la actividad humana ya haya perturbado considerablemente el sistema meteorológico atmosférico. El efecto de la contaminación por partículas debería ser más grave en el hemisferio norte, muy poblado e industrializado. Debido a la rápida difusión de las moléculas de CO(2) en la atmósfera, ambos hemisferios estarán sometidos a un calentamiento debido al efecto atmosférico (invernadero) a medida que el contenido de CO(2) de la atmósfera aumente por la combustión de los combustibles fósiles. Debido a los efectos diferenciales de las dos principales fuentes de contaminación atmosférica, la tendencia al calentamiento por efecto invernadero del CO(2) debería hacerse evidente primero en el hemisferio sur. Las consecuencias socioeconómicas y políticas del cambio climático son profundas. Necesitamos un sistema de alerta temprana como el que proporcionaría una vigilancia meteorológica mundial más intensiva, especialmente en las latitudes altas del norte y del sur.