Emergencia equina: ¡Atragantarse!
Algunos caballos parecen estar intentando vomitar o atragantarse. Un propietario observador puede notar que el caballo estira su cuello repetidamente para tratar de desplazar el material ofensivo. En ocasiones, la obstrucción será palpable a lo largo del cuello si es lo suficientemente grande. Si es sólo una obstrucción parcial, el caballo puede seguir bebiendo y comiendo algunos alimentos. Si su caballo ha sido sedado por cualquier motivo, no permita que coma hasta que esté completamente despierto. Los caballos que comen bajo los efectos de la sedación pueden atragantarse fácilmente. Si notas alguno de estos signos, llama a tu veterinario inmediatamente. Los veterinarios suelen diagnosticar el atragantamiento con una buena historia y la imposibilidad de pasar una sonda nasogástrica hasta el estómago del caballo.
¿Qué hacer?
Lo que hay que hacer para la asfixia varía con cada caso. Un caso leve puede desaparecer por sí solo reteniendo el alimento y permitiendo que la saliva se acumule y lubrique la masa, ayudándola a bajar. A veces se administran sedantes o relajantes del músculo liso para permitir que el esófago se expanda y el bulto pueda pasar.
Si la obstrucción no desaparece rápidamente, el siguiente paso es que un veterinario pase una sonda nasogástrica al esófago y aplique una ligera presión para romper la obstrucción. Durante este procedimiento, el caballo está sedado y se bombea agua en la sonda. La sonda se mueve suavemente hacia delante y hacia atrás para romper el material. La cabeza del caballo debe mantenerse baja para evitar que el material sea expulsado o tosido hacia sus pulmones. La paciencia es importante durante estos lavados; la ruptura gradual con lavados suaves es más eficaz que un gran «empujón». Se calcula que más del 90% de los casos de asfixia se tratan con éxito con este método. La anestesia general es necesaria en ocasiones para un lavado más vigoroso, mientras que de nuevo, tomando precauciones para evitar el lavado de cualquier cosa en los pulmones.
Cuidado de seguimiento
Muchos veterinarios recomiendan una cita de seguimiento para un examen endoscópico para evaluar el esófago para el daño de la mucosa. Después de atragantarse, su caballo puede tener el esófago irritado; debe alimentarlo con piensos empapados y peletizados durante una o dos semanas para facilitarle la deglución. Los caballos que tienen daños extensos en el esófago pueden necesitar una alimentación especial en forma de gachas durante un máximo de dos meses.
Su veterinario también evaluará cuidadosamente a su caballo en busca de evidencia de aspiración del alimento, lo que podría conducir a la neumonía. Si el atragantamiento no se trató durante un día o más, también puede haber daños por presión en la pared del esófago, lo que puede conducir a la ruptura. Afortunadamente, esto es poco frecuente.
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