El subtipo H2N3 del virus de la gripe A
Según una investigación publicada por los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., el virus H2N3 triplemente reordenado aislado en cerdos enfermos en Estados Unidos en 2006 es patógeno para ciertos mamíferos sin adaptación previa y se transmite entre cerdos y hurones. La adaptación, en la hemaglutinina H2 derivada de un virus aviar, incluye la capacidad de unirse al receptor de los mamíferos, un prerrequisito importante para la infección de los mamíferos, en particular de los humanos, lo que supone una gran preocupación para la salud pública. Los investigadores estudiaron el potencial patógeno del H2N3 porcino en macacos Cynomolgus, un modelo sustituto de la infección por gripe humana. A diferencia del virus H2N2 humano, que sirvió de control y causó en gran medida una neumonía leve similar a la de los virus de la gripe A estacional, el virus H2N3 porcino fue más patógeno y causó una neumonía grave en los primates no humanos. Ambos virus se replicaron en todo el tracto respiratorio, pero sólo el H2N3 porcino pudo aislarse del tejido pulmonar el día 6 después de la infección. Todos los animales superaron la infección, mientras que los macacos infectados con el H2N3 porcino seguían presentando cambios patológicos indicativos de neumonía crónica el día 14 después de la infección. También se detectó el virus H2N3 porcino a títulos significativamente más altos en hisopos nasales y orales, lo que indica el potencial de transmisión de animal a animal. Los niveles de plasma sanguíneo de la interleucina 6 (IL-6), la interleucina 8, la proteína quimiotáctica de los monocitos-1 y el interferón-gamma aumentaron significativamente en el H2N3 porcino en comparación con los animales infectados con el H2N2 humano, apoyando la noción publicada anteriormente de que el aumento de los niveles de IL-6 es un marcador potencial de las infecciones graves de gripe. Los investigadores concluyeron que el virus H2N3 porcino representa una amenaza para los humanos con el potencial de causar un brote mayor en una población no inmune o parcialmente inmune. Además, los esfuerzos de vigilancia en las poblaciones de cerdos de granja deben convertirse en una parte integral de cualquier preparación para la gripe epidémica y pandémica.
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