Dieta líquida clara

Cuando usted come una comida que es alta en grasa, el hígado debe trabajar extra para tratar de proporcionar suficiente bilis para ayudarle a digerir la grasa. Por estas razones, es muy importante vigilar lo que come después de la extirpación de la vesícula. Su cuerpo acabará adaptándose y lo más probable es que pueda volver a comer alimentos que le gusten, pero esto puede llevar meses o incluso años.

Su dieta 24 horas después de la cirugía

Durante los primeros 2-3 días después de la cirugía probablemente no tendrá mucha hambre. La anestesia puede provocar náuseas y, por lo general, se recomienda que siga una dieta líquida clara durante las 24 horas posteriores a la cirugía, hasta que la anestesia haya desaparecido por completo de su organismo. Además, recuerde que, aunque el exterior de su cuerpo no parezca muy traumatizado (si se ha sometido a una cirugía laparoscópica), su cuerpo acaba de sufrir un traumatismo. Sus órganos se están adaptando a los efectos del gas que se utilizó durante la cirugía, así como al hecho de que se extirpó un órgano. Una dieta líquida clara significa que puedes comer prácticamente cualquier cosa que puedas ver a través de ella.

  • Agua
  • Caldo
  • Jello-O
  • Zumo afrutado sin pulpa (manzana, zumo de uva y arándanos)
  • Gaseosas claras (evite la cafeína)
  • Paletas (sin trozos de fruta)

Alimentos a evitar

Hay algunos alimentos que deben evitarse después de la operación de vesícula. En general, habrá que evitar cualquier alimento que le produzca dolor antes de la cirugía. Su cuerpo tardará un tiempo en aprender a digerir las grasas, por lo que deberá seguir una dieta baja en grasas durante al menos unas semanas después de la operación y reintroducirlas muy lentamente. Los productos lácteos y el exceso de fibra también pueden causar problemas. La dieta BRAT (plátanos, arroz, puré de manzana y tostadas) debe evitarse si tiene problemas de estreñimiento. Sin embargo, si tiene diarrea puede consumir más de estos alimentos.

  • Alimentos fritos
  • Productos lácteos – especialmente queso
  • Mantequilla de cacahuete
  • Alimentos grasos
  • Verduras crudas
  • Café
  • Alcohol (especialmente si está tomando un analgésico)

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