Demi Lovato habla sobre su vida con el trastorno bipolar

Demi Lovato nunca ha sido tímida a la hora de compartir su historia personal. Ya en 2011, la joven de ahora 22 años entró en rehabilitación, donde le diagnosticaron trastorno bipolar tras años de lucha contra la bulimia, los cortes y la adicción a las drogas. Ahora, la cantante de éxitos como «Heart Attack» y «Skyscraper» es la portavoz de una nueva campaña llamada Be Vocal: Speak Up for Mental Health. La iniciativa se centra en animar a las personas con enfermedades mentales a hablar, así como a que otros alcen la voz para apoyar el cambio en la forma de hablar de las enfermedades mentales y acabar con el estigma que las rodea.

«Es una de mis pasiones -la defensa de la salud mental- y he decidido asociarme con Be Vocal porque es algo realmente poderoso cuando se trata no sólo de informar a la gente sobre lo que son las enfermedades mentales, sino también sobre lo que se puede hacer para obtener ayuda», dice Demi a WomensHealthMag.com. Añade que quiere que las mujeres sepan que «es posible vivir bien, sentirse bien y también encontrar la felicidad con el trastorno bipolar o cualquier otra enfermedad mental con la que estén luchando».

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Mientras que muchas celebridades tratan de mantener sus problemas de salud personal fuera de la prensa, Demi está utilizando su plataforma para crear conciencia y ayudar a otros que lo necesitan. «Recuerdo que me senté con mi mánager y mi familia y hablé con ellos sobre si debía hablar o no de los problemas con los que estaba lidiando», dice. «Sabía que había dos opciones: Podía no hablar de mi estancia en rehabilitación y esperar que desapareciera, o podía hablar de ello e inspirar a la gente para que buscara ayuda para sus problemas, así que eso es exactamente lo que hice».

Según la Depression and Bipolar Support Alliance, unos 5,7 millones de adultos estadounidenses padecen trastorno bipolar. Es más, a menudo pueden pasar años para que alguien reciba el diagnóstico correcto. Esto es lo que le ocurrió a Demi. «Durante años, la gente decía que estaba deprimida, y en realidad ni yo misma sabía por qué estaba tan alterada y por qué tenía estos episodios de manía -lo que ahora sé que es manía-«, dice.

Durante estos períodos maníacos, Demi dice que se quedaba despierta hasta las 5 de la mañana y escribía siete canciones en una noche. «A veces me sentía invencible, y eran esos momentos en los que mi mente se desbordaba», dice. No saber qué había detrás de su comportamiento la llevó a la adicción. «Cuando no sabes qué está pasando, por qué te sientes de ciertas maneras, y no tienes las respuestas todavía, la gente tiende a automedicarse, que es exactamente lo que hice», dice. «Ahora sé que cuando me centro en mi plan de tratamiento con mi equipo y mi sistema de apoyo, soy capaz no sólo de mantener una mente sana, sino que soy capaz de mantener mi sobriedad».

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Demi se sintió aliviada cuando finalmente recibió el diagnóstico. «Entré en tratamiento y pude trabajar con médicos increíbles que me ayudaron a descubrir que, de hecho, era bipolar, dice. «Fue una gran sensación descubrir que no había nada malo en mí. Sólo tenía una enfermedad mental»

Aunque ahora está bien, Demi dice que la recuperación es algo en lo que tiene que trabajar cada día. «No eres un coche que va al taller y se arregla y no tienes que volver a lidiar con el problema», dice. Cuando se le pregunta si alguna vez tiene la tentación de volver a los viejos hábitos, dice lo siguiente: «Se hace más fácil, pero por supuesto hay veces que es difícil. Pero sé todo lo que perdería, no sólo mis amigos y mi familia, sino también mis fans. Ellos me admiran, y no quiero que nadie piense que está bien dar marcha atrás en lo que uno representa».

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Una de las principales formas en que Demi mantiene su salud mental y su sobriedad es haciendo ejercicio durante una hora u hora y media todos los días. «En realidad, hago todo el ejercicio posible porque hay algo que hace: simplemente ayuda», dice, explicando que disfruta de una mezcla de entrenamiento en circuito, ciclismo y senderismo. «También solía meditar todos los días. No lo hago tan a menudo porque siento que el ejercicio es una especie de forma de meditación para mí: lo que me hace espiritual y físicamente».