¿Cuándo debe acudir al médico por su dolor gástrico?

El dolor abdominal es un problema de salud común en niños y adultos. De hecho, lo que la gente suele llamar «dolores de estómago» puede surgir de innumerables problemas diferentes, y no todos se originan en el órgano del estómago. El dolor que se origina en el estómago suele percibirse como un dolor en el centro de la parte superior del abdomen, y se denomina más exactamente «dolor gástrico».

¿Qué causa el dolor gástrico?

El dolor gástrico, que puede ser desde un dolor sordo hasta un dolor punzante, puede surgir de problemas menores como la flatulencia (gases) y la indigestión, o indicar un problema más grave como los cálculos biliares o la obstrucción intestinal. Estos son algunos de los problemas subyacentes que pueden provocar dolor gástrico:

  • Flatulencia (gases)

El gas se produce de forma natural en el tracto digestivo debido a los procesos digestivos. A veces, la acumulación de gases provoca una sensación de hinchazón, presión, plenitud y dolor leve. Por lo general, el dolor aparece en oleadas y el abdomen puede hincharse. Acompañada de eructos o expulsión de gases, el aumento de la flatulencia después de comer ciertos alimentos es normal. Entre los alimentos comunes que inducen a la flatulencia se encuentran las judías, el ajo y la coliflor.

El dolor provocado por los gases suele ser pasajero y no es grave. Si es molesto, algunos medicamentos de venta libre suelen aliviar el dolor y la hinchazón con bastante rapidez. Sin embargo, si se presenta con fiebre, vómitos o diarrea persistentes, o un dolor insoportable, se recomienda una visita al médico.

  • Indigestión

La sensación de plenitud, incomodidad y ardor en la parte superior del abdomen poco después de comer suele etiquetarse como indigestión. A veces, el dolor o la sensación de ardor también puede sentirse en la boca, la garganta o el pecho. También conocida como «dispepsia», la indigestión suele ser el resultado de una acumulación de ácido en el estómago. Puede estar causada por ciertos alimentos o por comer demasiado rápido.

En algunos casos, la indigestión recurrente puede ser un signo de problemas subyacentes como el reflujo ácido (por ejemplo, ERGE) o una úlcera de estómago. Si los síntomas de la indigestión se producen con frecuencia y van acompañados de dolor intenso o pérdida de peso, puede ser necesario el consejo de un médico para ayudar a diagnosticar y controlar la afección.

  • Virus estomacal (gripe estomacal)

Aunque se denomina «gripe estomacal», el virus estomacal no es estrictamente un tipo de gripe. También llamado «gastroenteritis», suele manifestarse con náuseas, vómitos, diarrea y dolor gástrico. Algunas personas pueden experimentar también letargo, dolores de cabeza o musculares. La mayoría de los casos de gastroenteritis se recuperan en pocos días sin intervención médica.

La principal preocupación es evitar la deshidratación. Por ello, se suele aconsejar a los pacientes que chupen trozos de hielo, beban agua con frecuencia o consuman una bebida con electrolitos. Las personas con gastroenteritis también deben evitar las comidas pesadas y volver a comer con facilidad utilizando alimentos fáciles de digerir, como galletas saladas, plátanos y tostadas.

  • Los cálculos biliares

Cuando el colesterol o la bilirrubina forman partículas sólidas en la vesícula biliar, se denominan cálculos biliares. Tener cálculos biliares de pequeño tamaño y número puede no causar problemas. Sin embargo, los cálculos biliares grandes o numerosos pueden provocar síntomas como dolor, vómitos y fatiga.

Los problemas derivados de los cálculos biliares se producen cuando éstos forman una obstrucción en la vesícula biliar. Esto puede provocar un deterioro de las funciones del hígado y el páncreas, así como ictericia. En algunos casos de cálculos biliares, el cuerpo los elimina de forma natural. Pero en otros casos, se necesitan medicamentos para disolver los cálculos, o el médico puede recomendar la extirpación quirúrgica de la vesícula.

  • Problemas de hígado o páncreas

A veces, el dolor gástrico surge de problemas en el hígado o el páncreas. La inflamación del hígado (hepatitis) o del páncreas (pancreatitis) a menudo provoca dolor abdominal, una disminución de las funciones de los órganos y otros síntomas. Aunque es menos frecuente, el dolor en la parte superior del abdomen también puede deberse a un cáncer de hígado o de páncreas.

Otros síntomas que acompañan a los problemas de hígado o páncreas son el color amarillento de los ojos o la piel (ictericia), las náuseas, los vómitos, la orina inusualmente oscura y las heces pálidas o aceitosas. Dependiendo del diagnóstico, los problemas hepáticos o pancreáticos pueden tratarse con ajustes en el estilo de vida, medicación o tratamiento quirúrgico.

  • Obstrucción intestinal

La obstrucción intestinal se produce cuando un tejido bloquea la vía intestinal, dificultando o bloqueando completamente el paso de los residuos digestivos. Puede estar causada por una pared intestinal inflamada, por tejidos fibrosos cicatrizados o por el crecimiento de un tumor (por ejemplo, cáncer de colon). Además de dolor intenso y estreñimiento, la obstrucción intestinal puede provocar vómitos de bilis, hinchazón abdominal y una rápida pérdida de peso. El dolor suele empeorar después de comer.

Debido al riesgo de desgarro de la pared intestinal o de infección, la obstrucción intestinal se considera una urgencia médica. Se requiere una visita inmediata al hospital para proporcionar intervención médica, alivio del dolor y, si es necesario, cirugía de urgencia para eliminar la obstrucción.

¿Cuándo se debe visitar a un médico por el dolor gástrico?

Aunque los casos leves y ocasionales de dolor gástrico suelen resolverse por sí solos, los casos más graves y recurrentes requieren una visita al médico para diagnosticar el problema y recomendar tratamientos. Estos son algunos ejemplos de dolor gástrico que no deben ignorarse:

  • Dolor gástrico acompañado de:
  • Cambios persistentes en el movimiento intestinal, por ejemplo heces pálidas, negras o sanguinolentas
  • Diarrea persistente o vómitos de más de 12 horas sin mejoría
  • Fiebre
  • Pérdida rápida de peso
  • Dolor gástrico en personas con el sistema inmunitario debilitado, por ejemplo niños pequeños, personas mayores, personas con enfermedades autoinmunes como el VIH y personas con cáncer
  • Dolor gástrico que surge tras una lesión o el consumo de medicamentos
  • Dolor gástrico extremadamente intenso y debilitante

En el médico, los métodos de diagnóstico pueden incluir un examen de su dieta y estilo de vida, métodos de imagen como la gastroscopia, la colonoscopia o el TAC. Sólo entonces el médico puede determinar la causa de su dolor gástrico y prescribir tratamientos para abordar el problema de raíz.

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