Conducción en vacío: Las Contraproducentes y Costosas Prácticas de Suspensión de Licencias de Conducir de Florida

Conducción en vacío muestra cómo la suspensión de la licencia de conducir por falta de pago resta seguridad pública, y esboza las disparidades raciales y económicas perpetuadas por esta práctica.

Puede leer el texto completo del informe aquí, el resumen ejecutivo aquí y los estudios de caso aquí.

RESUMEN EJECUTIVO

Hoy en día, casi 2 millones de floridanos no pueden conducir legalmente debido a una licencia suspendida. Esto se debe a que Florida castiga a las personas suspendiendo su licencia de conducir cuando no pueden pagar las elevadas multas y tasas que la ley de Florida impone por multas de tráfico, infracciones de peaje y condenas penales. Sin una licencia de conducir, las personas ya no pueden ser autosuficientes: no pueden ir al trabajo, llevar a sus hijos a la escuela, acudir a una cita médica o asistir a la iglesia. Perder el permiso de conducir puede desencadenar años de dificultades económicas y un ciclo de pobreza y castigo del que pocos pueden escapar.

En 2017, se enviaron 1,1 millones de avisos de suspensión a conductores de Florida por deudas judiciales atrasadas. Eso es uno de cada quince conductores – en sólo un año. Entre 2015-2017, se emitieron más de 3,5 millones de avisos de suspensión por deudas judiciales impagadas.

Florida suspende rutinariamente las licencias de conducir cuando los pagos por tráfico, infracciones de peaje y multas y cargos criminales están atrasados, sin evaluación de la capacidad de pago de la persona. Pocos tribunales ofrecen planes de pago razonables, a pesar de que la ley estatal lo exige. Y después de 90 días, la deuda de los tribunales se envía a agencias de cobro privadas que pueden sumar hasta el 40% de la cantidad total adeudada.

Las suspensiones del permiso de conducir son contraproducentes e ineficaces. El objetivo de las políticas de suspensión de Florida es obligar a la gente a pagar sus multas y cuotas, pero no funciona. Las suspensiones del permiso de conducir suelen durar años. En los condados que analizamos, en promedio, el 77,12% de las suspensiones emitidas entre 2016 y 2018 siguen vigentes en la actualidad.

Las suspensiones de licencias son un problema financiero para la mayoría de los floridanos, no una indicación de que las personas no están dispuestas a pagar sus deudas. De hecho, la evidencia demuestra que cuando a las personas se les dan opciones para pagar que están dentro de sus posibilidades, pagan. En 2014, el condado de Palm Beach implementó un programa que permite planes de pago flexibles. Como resultado, han visto aumentar el número de pagos en un 11%; su tasa de cobro aumentó de menos del 60% al 80%; y sus derivaciones a agencias de cobro disminuyeron en un 36%.

En Florida, una licencia de conducir es una necesidad. Casi el 90% de los floridanos van en coche al trabajo, y grandes partes del estado carecen de transporte público fiable. Cuando las personas pierden su licencia, a menudo pierden su trabajo; si encuentran un nuevo trabajo, a menudo es con un salario reducido o por menos horas. Una vez que se les suspende el permiso, las personas suelen verse obligadas a elegir entre conducir ilegalmente para mantenerse a sí mismas y a sus familias o cumplir con la ley y perder la capacidad de pagar la deuda judicial que desencadenó sus suspensiones en primer lugar.

Las consecuencias legales de conducir con una licencia suspendida son severas y aumentan con el tiempo. Las personas quedan atrapadas en el sistema judicial. Incluso pueden terminar en la cárcel o en prisión – todo por el inútil esquema de licencia por pago de Florida.

Las prácticas de suspensión de Florida nos afectan a todos. En lugar de centrarse en los conductores peligrosos o abordar la delincuencia grave, Florida gasta sus recursos de seguridad pública en detener, procesar y encarcelar a los conductores simplemente porque son pobres. Las empresas sufren cuando los trabajadores no pueden llegar a sus puestos de trabajo de forma fiable o se ven obligados a renunciar porque no pueden hacer su trabajo sin una licencia. Las comunidades que más necesitan la inversión financiera se ven privadas de vitalidad económica. Nuestra investigación demuestra que las personas pobres y de color tienen más probabilidades de verse afectadas por las políticas de suspensión de Florida.

Estos efectos desproporcionados importan porque los daños de las suspensiones de la licencia de conducir pueden exacerbar las desigualdades existentes. Por cada persona que tiene una licencia suspendida o va a la cárcel por conducir con una licencia suspendida, hay un hijo, padre o cónyuge que también se ve afectado.

Conclusiones principales

• Las suspensiones del permiso de conducir por falta de pago afectan a más de un millón de personas cada año. El total de avisos de suspensión por falta de pago en 2017 representó el 7,33% de la población conductora en el estado.
• La mayoría de la gente tarda años en recuperar su licencia una vez suspendida: el 75% de las licencias de conducir suspendidas en 2016 seguían suspendidas dos años después. Claramente, las suspensiones no son una herramienta eficaz para coaccionar el pago de multas y tasas.
• Las tasas de suspensión son más altas en áreas con mayor proporción de personas de color y de bajos ingresos. Las personas de raza negra tienen suspendidos sus permisos de conducir en una media de 1,5 veces la tasa que representan en la población general.
• El 72% de las suspensiones de licencias de conducir en Florida son por multas y tasas no pagadas, no por conducción insegura.
• En 2017, la aplicación de la ley emitió más de 232,000 citaciones por conducir mientras se suspende la licencia – más de 5 veces el número de citaciones emitidas por conducir bajo la influencia (DUI). Las fuerzas del orden, los fiscales y los tribunales están desviando recursos de los delitos graves y gastando millones de dólares para «reprimir» a personas cuyo único delito es la pobreza.