Colina de las Cruces

A lo largo de las generaciones, el lugar ha llegado a significar la resistencia pacífica del pueblo lituano a pesar de las amenazas a las que se enfrentó a lo largo de la historia. Tras la tercera partición de la Mancomunidad Polaco-Lituana en 1795, Lituania pasó a formar parte del Imperio Ruso. Polacos y lituanos se rebelaron sin éxito contra las autoridades rusas en 1831 y 1863. Estos dos levantamientos están relacionados con los inicios de la colina: como las familias no podían localizar los cuerpos de los rebeldes perecidos, comenzaron a colocar cruces simbólicas en el lugar de un antiguo fuerte de la colina.

Número de cruces
Días 1800 más de 9,000
1900 130
1902 155
1922 50
1938 más de 400
1961 destruidos 5,000
1975 destruidos 1.200
1990 unos 55.000
2006 más de 100,000
Una piedra inscrita con las palabras del Papa Juan Pablo II: «Gracias, lituanos, por esta Colina de las Cruces que testimonia a las naciones de Europa y al mundo entero la fe del pueblo de esta tierra.»

Cuando la antigua estructura política de Europa del Este se desmoronó en 1918, Lituania volvió a declarar su independencia. Durante todo este tiempo, la Colina de las Cruces se utilizó como lugar para que los lituanos rezaran por la paz, por su país y por los seres queridos que habían perdido durante las Guerras de la Independencia.

El lugar adquirió un significado especial durante los años 1944-1990, cuando Lituania estaba ocupada por la Unión Soviética. Los lituanos seguían viajando a la colina y dejando sus tributos, y la utilizaban para demostrar su lealtad a su identidad, religión y patrimonio originales. Fue un lugar de resistencia pacífica, aunque los soviéticos se esforzaron por eliminar nuevas cruces y arrasaron el lugar al menos tres veces (incluyendo intentos en 1963 y 1973). Hubo incluso rumores de que las autoridades planeaban construir una presa en el cercano río Kulvė, afluente del Mūša, para que la colina acabara bajo el agua.

El 7 de septiembre de 1993, el Papa Juan Pablo II visitó la Colina de las Cruces, declarándola un lugar para la esperanza, la paz, el amor y el sacrificio. En el año 2000 se abrió una ermita franciscana en las inmediaciones. La decoración interior establece vínculos con La Verna, la montaña donde se dice que San Francisco recibió sus estigmas. En mayo de 2013, el Ayuntamiento del distrito de Šiauliai adoptó normas sobre la colocación de cruces. La gente puede erigir cruces de madera de menos de 3 metros de altura sin necesidad de permisos.

En diciembre de 2019, un turista de China retiró y tiró una cruz que se cree que fue colocada por el campamento prodemocrático de Hong Kong. Más tarde condenó a los manifestantes en una publicación de Twitter y en un vídeo de Instagram diciendo: «Hoy hemos hecho algo bueno. Nuestra patria es grande». El ministro lituano de Asuntos Exteriores, Linas Linkevičius, condenó la acción de la mujer en un tuit en el que la calificó de «acto de vandalismo vergonzoso y vergonzante» y dijo que ese comportamiento «no puede ser ni será tolerado».

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