Cerca de 3 millones de personas acceden a la cura de la hepatitis C

La Cumbre Mundial sobre la Hepatitis 2017 pide que se acelere la acción para eliminar las hepatitis víricas

En vísperas de la Cumbre Mundial sobre la Hepatitis que se celebra en Brasil, la OMS informa del creciente impulso mundial en la respuesta a las hepatitis víricas. Un récord de 3 millones de personas pudieron obtener tratamiento para la hepatitis C en los últimos dos años, y 2,8 millones más se embarcaron en el tratamiento de por vida para la hepatitis B en 2016.

«En los últimos cinco años hemos visto cómo se ha multiplicado casi por cinco el número de países que desarrollan planes nacionales para eliminar las hepatitis víricas potencialmente mortales», dice el doctor Gottfried Hirnschall, director del Departamento de VIH y del Programa Mundial contra la Hepatitis de la OMS. «Estos resultados aportan la esperanza de que la eliminación de la hepatitis puede ser y será una realidad».

Acogida por el Gobierno de Brasil, la Cumbre Mundial sobre la Hepatitis 2017 está organizada conjuntamente por la OMS y la Alianza Mundial contra la Hepatitis. La Cumbre tiene como objetivo alentar a más países a tomar medidas decisivas para hacer frente a la hepatitis, que todavía causa más de 1,3 millones de muertes cada año y afecta a más de 325 millones de personas.

«No podemos perder de vista que el año pasado 194 gobiernos se comprometieron a eliminar la hepatitis viral para 2030. Sin duda, todavía estamos muy lejos de este objetivo, pero eso no significa que sea un sueño inalcanzable. Es eminentemente alcanzable. Solo requiere una acción inmediata», afirma Charles Gore, presidente de la Alianza Mundial contra la Hepatitis. «La Cumbre Mundial sobre la Hepatitis 2017 trata de cómo convertir la estrategia global de la OMS en acciones concretas e inspirar a la gente para que se vaya con una actitud de «sí se puede».»

«Brasil tiene el honor de acoger la Cumbre Mundial sobre la Hepatitis 2017 – y da la bienvenida a este extraordinario equipo de expertos, investigadores, gestores y representantes de la sociedad civil para debatir el problema de salud mundial que suponen las hepatitis víricas», dice la Dra. Adele Schwartz Benzaken, Directora del Departamento de Vigilancia, Prevención y Control de las ITS, el VIH/SIDA y las Hepatitis Víricas del Ministerio de Salud de Brasil.»Brasil se ha comprometido a llevar adelante los recientes avances en su respuesta a la hepatitis, en el camino hacia la eliminación».

Progreso en el tratamiento y la curación

Muchos países están demostrando un fuerte liderazgo político, facilitando una drástica reducción de los precios de los medicamentos contra la hepatitis, incluso mediante el uso de medicamentos genéricos, que permiten un mejor acceso para más personas en poco tiempo.

En 2016, 1,76 millones de personas fueron tratadas por primera vez contra la hepatitis C , un aumento significativo con respecto a los 1,1 millones de personas que recibieron tratamiento en 2015. Los 2,8 millones de personas adicionales que iniciaron el tratamiento de por vida para la hepatitis B en 2016 supusieron un notable aumento respecto a los 1,7 millones de personas que lo iniciaron en 2015. Sin embargo, estos hitos representan solo los pasos iniciales: es necesario aumentar el acceso al tratamiento en todo el mundo si se quiere alcanzar el objetivo del 80% de tratamiento para 2030.

Sin embargo, la financiación sigue siendo una de las principales limitaciones: la mayoría de los países carecen de recursos económicos suficientes para financiar los servicios clave contra la hepatitis.

El reto del diagnóstico

Para lograr una rápida ampliación del tratamiento, los países deben aumentar urgentemente la aceptación de las pruebas y el diagnóstico de las hepatitis B y C. En 2015, se estima que 1 de cada 10 personas que viven con hepatitis B, y 1 de cada 5 personas que viven con hepatitis C, eran conscientes de su infección. Los países deben mejorar las políticas, y los programas para aumentar la concienciación y el posterior diagnóstico.

Las lagunas en la prevención

Los países deben proporcionar una gama completa de servicios de prevención de la hepatitis que sean accesibles a los diferentes grupos de población, en particular a los de mayor riesgo.

Debido en gran medida al aumento de la aceptación de la vacuna contra la hepatitis B, las tasas de infección por hepatitis B en niños menores de 5 años se redujeron al 1,3% en 2015, desde el 4,7% en la época anterior a la vacuna.

Sin embargo, la prestación de otros servicios de prevención, como la vacunación de dosis al nacer contra la hepatitis B, los servicios de reducción de daños para personas que se inyectan drogas y el control de infecciones en muchos servicios de salud, sigue siendo baja. Esto ha dado lugar a tasas continuas de nuevas infecciones, incluyendo 1,75 millones de nuevos casos de hepatitis C cada año.

Necesidad de innovación

La innovación en muchos aspectos de la respuesta a la hepatitis debe continuar. Entre las nuevas herramientas necesarias se encuentran la cura funcional de la infección por hepatitis B y el desarrollo de herramientas de diagnóstico en el punto de atención más eficaces tanto para la hepatitis B como para la C.

«No podemos alcanzar los ambiciosos objetivos de eliminación de la hepatitis sin innovar en las intervenciones y los enfoques de prevención, y sin aplicarlos a gran escala», dijo el Dr. Ren Minghui Subdirector General de Enfermedades Transmisibles de la OMS. «Los grandes éxitos de los programas de vacunación contra la hepatitis B en muchos países deben reproducirse y mantenerse a nivel mundial en el contexto de avanzar hacia la cobertura sanitaria universal.»

Ejecución de la estrategia de eliminación

A la Cumbre Mundial sobre la Hepatitis 2017 asistirán más de 900 delegados de más de 100 países, entre ellos ministros de salud, directores de programas nacionales y representantes de organizaciones de personas afectadas por las hepatitis víricas. En la Cumbre se examinarán los progresos realizados y se renovarán los compromisos de los asociados mundiales para lograr la eliminación de las hepatitis víricas para 2030, una meta que se refleja en la estrategia de eliminación de la OMS y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

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