Adopciones

Los miembros del público han hecho la pregunta «Si las SPCAs tienen tantos animales – ¿por qué no los dan gratis?» Aunque ya se ha respondido a esta pregunta, hay que añadir que si un posible propietario no puede pagar la modesta cuota de adopción, cómo va a poder pagar la comida de calidad, los honorarios veterinarios y los demás gastos que surgen al proporcionar el mejor nivel de cuidados a sus mascotas. La SPCA acoge a los animales de forma responsable, ya que pretendemos que los animales acogidos permanezcan en ese mismo hogar durante el resto de su vida, que puede ser superior a 10 años. En un intento de asegurar esto, todas las propiedades son inspeccionadas antes de que un animal de la SPCA sea adoptado. Se trata de comprobar que la propiedad es lo suficientemente grande para la especie de animal que se va a acoger, que los animales que ya viven en la propiedad están en buenas condiciones y aceptan al animal que se va a adoptar, que las paredes y las puertas son lo suficientemente altas como para mantener al animal dentro (obviamente, esta preocupación particular no se aplica estrictamente a los gatos, pero siguen necesitando un entorno seguro) y para garantizar que hay algún tipo de refugio adecuado para el animal. No se acogerá a ningún animal que vaya a ser atado a una cadena, ni siquiera a una cadena de correr, ya que esto no es vida para ningún animal. Puede parecer que los criterios para adoptar un animal son estrictos, pero son totalmente en el mejor interés del animal.

La SPCA tiene un refrán que dice: «ser dueño de un animal es un privilegio y no un derecho» y los animales que llegan a nuestro cuidado son o bien callejeros que se han perdido o han sido abandonados, así como gatos y perros que no son deseados y son entregados a la SPCA; y por supuesto animales que han sido descuidados y maltratados y retirados por los inspectores de la SPCA con el fin de encontrar nuevos hogares cariñosos donde nunca más serán sometidos a ninguna forma de maltrato. Nos tomamos muy en serio esta onerosa responsabilidad y las Sociedades para la Prevención de la Crueldad contra los Animales no pueden permitir que ninguno de estos animales vaya a ningún hogar en el que no se les quiera y se les cuide; no podemos participar en el abandono de estos animales.