4 Consejos para Definir el Cultivo y la Presencia de Mando en el Lugar de Trabajo
Cuando alguien entra en una habitación y los demás prestan atención al instante, es porque esa persona ha cultivado su presencia personal. Su persona llena la sala como una fuerza física. La gente se siente atraída por lo que dice y quiere poner en práctica sus sugerencias. Su energía individual causa un impacto allá donde va. Abordan los problemas con confianza y tienen un sistema de creencias bien definido que les impulsa a actuar. Un gran líder entiende la dinámica de cómo la presencia y el poder son factores importantes para ganarse el respeto. Descubra cómo desarrollar una presencia personal que obtenga resultados.
Identificar los elementos de la presencia
La presencia es deseable en el liderazgo porque viene acompañada de la capacidad de influir en los demás. En el siglo IV a.C., Aristóteles clasificó los elementos de la persuasión de la siguiente manera:
- Lógica – La capacidad de razonar inteligentemente y comunicar ese conocimiento a los demás.
- Carácter – La percepción de confiabilidad e integridad.
- Emoción – La forma en que los individuos crean una respuesta emocional en el oyente que los motiva a actuar.
Los tres elementos son necesarios para la persuasión. Antes de ponerse a liderar, asegúrese de entender todo lo que pueda sobre lo que va a tratar. Si no lo sabes, sé honesto al respecto y esfuérzate por averiguarlo. Crea confianza con el tiempo demostrando que mantienes tu palabra. Construya relaciones para lograr una conexión emocional.
Analice su lenguaje corporal
Un estudio de la Universidad de Pensilvania descubrió que la mayor parte de la comunicación no está relacionada con las palabras reales que pronunciamos. Descubrieron que el 70 por ciento de la comunicación se produce a través del lenguaje corporal. Los oradores transmiten un 23 por ciento adicional a través de su tono y modulación vocal. Desarrolle su presencia personal asegurándose de que su tono y su postura no juegan en su contra.
- Espere el lenguaje corporal de su oyente para demostrar que entiende su postura.
- Respete el espacio personal, dejando un brazo de distancia para estar cómodo pero estando lo suficientemente cerca para transmitir atención.
- Controlar los suspiros, gemidos y toses para que sus sonidos involuntarios no hablen por usted.
- Si se encorva, concéntrese en mejorar su postura tanto al sentarse como al ponerse de pie.
- Durante las conversaciones, inclínese hacia delante y establezca contacto visual.
Evalúe su mentalidad
Observe cómo se siente cuando sale para el trabajo, cuando asiste a reuniones y cuando interactúa con los empleados. ¿Está concentrado y con energía o cansado y distraído?
La gente no le percibirá como apasionado y atractivo si su estado por defecto es de estrés y agotamiento. Si quiere cultivar una presencia personal, primero debe abordar los factores que le restan energía y entusiasmo. Identifique los recursos a los que puede recurrir para fortalecerse, elimine los drenajes de energía y aprenda a trabajar dentro de su tiempo productivo.
Esté presente
Cuando trabaje con otras personas, haga un esfuerzo consciente para estar completamente en la habitación. En lugar de permitir que su mente se centre en lo que tiene que hacer más tarde, concéntrese en una tarea a la vez. Cuando sienta preocupación por lo que pueda salir mal, observe la emoción y apártela para volver a centrarse en las personas con las que está interactuando.
La presencia es difícil de definir, pero puede desarrollarse. Cuando la domine, será un líder más eficaz y enriquecerá la vida de los que le rodean. En MindSpring Metro DC tenemos una variedad de programas que pueden apoyar a los profesionales a cultivar su presencia personal. Lea más sobre nuestros programas de Liderazgo, Efectividad Profesional, Comunicación Efectiva y Coaching Individual.
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