10 malos hábitos a los que culpar de la hinchazón, la acidez y la mala digestión
La mejor defensa es romper cualquier mal hábito que pueda contribuir a la mala digestión y a la mala salud intestinal antes de que los problemas se instalen. Gardie/Unsplash
Todos tenemos malos hábitos, cosas que desearíamos dejar de hacer pero de las que nunca podemos desprendernos.
Por ejemplo, yo me muerdo las uñas y lo hago desde que tengo uso de razón. Incluso cuando consigo dejar de hacerlo, nunca pasa mucho tiempo antes de que vuelva a morderlas. Algunos pueden simpatizar, mientras que otros lo encontrarán repugnante. Lo veas como lo veas, no repercute en mi salud.
Pero hay hábitos que pueden afectar negativamente a tu salud, sobre todo cuando se trata de la digestión y la salud de tu intestino. Si no tienes cuidado, estos hábitos pueden ser literalmente un verdadero dolor.
El intestino es un sistema vital dentro del cuerpo y se encarga de procesar los alimentos de principio a fin, aunque la parte que la gente asocia más comúnmente con el intestino es el estómago y los intestinos delgado y grueso.
De hecho, comienza donde los alimentos entran en nuestro cuerpo y termina donde los residuos salen. Es donde se descomponen los alimentos, se absorben los nutrientes, se extrae la energía y se procesan los restos.
Para ayudarnos a completar este ciclo, tenemos lo que se llama flora intestinal, o microbiota, que vive en nuestro interior. De hecho, tenemos decenas de billones de bacterias que viven en nuestros intestinos, y la mayoría se encuentra en el intestino grueso.
Esta microbiota es responsable de la descomposición de los carbohidratos, la absorción de energía y la captación de nutrientes, entre otras cosas.
Sin embargo, cuando algo va mal, una colonia alterada de la microbiota puede causar una gran cantidad de problemas, que van desde el aumento de peso y el síndrome del intestino irritable hasta el reflujo ácido (o ardor de estómago) y otras condiciones negativas.
Hay medidas que puede tomar para corregir estos errores si sucede. Pero la mejor defensa es romper cualquier mal hábito que pueda contribuir a la mala digestión y la mala salud intestinal antes de que los problemas se establezcan.
A continuación se presentan los 10 malos hábitos más comunes y por qué debe romperlos para una persona más feliz y saludable.
- No masticar bien los alimentos
La boca es la primera parte del intestino y del sistema digestivo.
Si no se mastica bien la comida, se dificulta el trabajo del resto del cuerpo. Si te tomas un poco más de tiempo para masticar, la rompes en trozos más pequeños, lo que facilita que la comida baje por el esófago hasta el estómago, donde se descompone aún más por el ácido estomacal.
- No mantenerse hidratado
El agua es una parte importante del proceso de digestión y se utiliza para ayudar a digerir los alimentos sólidos y absorber los nutrientes.
Intente beber agua a sorbos con regularidad a lo largo del día, pero evite beber demasiado a la hora de las comidas porque esto puede contribuir a que se sienta hinchado.
Además, sea consciente de la cantidad de té y café que toma. Estas bebidas pueden deshidratarle y, si hace ejercicio, asegúrese de ingerir más agua para recuperar sus niveles.
Puede saber si está suficientemente hidratado por el color de su orina. Lo que se busca es que tenga muy poco color amarillo como señal de una buena hidratación.
- Comer demasiado de una sola vez
Me gusta un buffet de todo lo que puedas comer tanto como a cualquier otra persona, pero ten cuidado con los peligros de llenarte la cara.
Comer demasiado en una sola sesión puede provocar hinchazón, reflujo y un incómodo nivel de saciedad que ejerce presión sobre su sistema digestivo.
En su lugar, intente comer lentamente y reconocer cuándo está lleno.
También puede intentar ser más consciente de la cantidad de comida que hace y se sirve. Recuerde que las sobras pueden guardarse para otra noche o para la comida del día siguiente.
- Tomar bebidas gaseosas en la cena
Las bebidas gaseosas son bien conocidas por ser sabrosas y deliciosas.
Desgraciadamente, también se sabe que aumentan la hinchazón, los eructos y le hacen sentirse incómodamente lleno. En ocasiones, también pueden provocar reflujo ácido.
No importa si es Perrier o Coca-Cola. Beber demasiadas bebidas con gas no es bueno para tu sistema digestivo, sobre todo a la hora de cenar.
Intenta optar por algo sin gas, y ten en cuenta que cualquier líquido puede hacer que te sientas hinchado y lleno. Beba con precaución o, mejor aún, beba fuera de las horas de las comidas.
- Beber alcohol con demasiada frecuencia
A veces uno termina de trabajar y lo único que quiere es tomarse una copa y desechar el estrés y las preocupaciones del día.
Sin embargo, hágalo con precaución, ya que el alcohol, al igual que las bebidas gaseosas, puede provocar hinchazón, gases y malestar, sobre todo durante o justo después de una comida.
Además, el alcohol actúa como estimulante, por lo que los bebedores habituales pueden experimentar dolor de estómago y diarrea.
Si quiere beber, hágalo con moderación e intente tener algunos días sin alcohol a la semana.
- Ignorar las ganas de defecar
El estreñimiento se produce cuando los alimentos digeridos pasan demasiado tiempo en su organismo.
Cuanto más tiempo permanezcan los alimentos, más difícil será expulsarlos, ya que el colon sigue absorbiendo agua de ellos. Ser incapaz de expulsar estas heces puede provocar un atasco.
Hay varias causas de estreñimiento, entre las que se incluyen la baja ingesta de líquidos, la falta de fibra y el hecho de ignorar las ganas de ir. Contrarreste estas causas de forma obvia: manténgase hidratado, incluya fibra en su dieta e intente no ignorar las ganas de ir al baño cuando aparezcan.
Si se encuentra con estreñimiento, pruebe una de las medidas anteriores. Si no funciona, consulte a su médico.
- Comer demasiado cerca de la hora de acostarse
Sé que no siempre puedes elegir, el trabajo se alarga y cuando llegas a casa te quedas con la opción de comer justo antes de acostarte o no comer en absoluto.
No hay mucha opción. Sólo tenga en cuenta que comer cerca de la hora de acostarse puede provocar sensaciones de reflujo ácido (también llamado ardor de estómago o ERGE) durante la noche.
Esto se debe a que los alimentos en digestión en su estómago pueden ser empujados de vuelta a su esófago más fácilmente cuando está acostado en comparación con sentado o de pie.
Para ayudar a contrarrestar esto, trate de no comer dentro de las dos horas antes de que usted planea ir a la cama.
- No obtener suficiente fibra en su dieta
La fibra es una parte muy importante de la dieta, pero a menudo se pasa por alto o no se considera. Cuando se incluye en la dieta, la fibra funciona para mantener la regularidad de los movimientos intestinales y prevenir la aparición del estreñimiento.
Además, hay un tipo único de fibra dietética llamada fibra prebiótica. Ésta estimula y promueve el crecimiento de las bacterias buenas en el intestino y puede encontrarse en los plátanos, la achicoria y los tomates.
Para una salud intestinal óptima, intente incluir su dosis diaria de fibra, incluyendo algunas de fuentes conocidas por incluir fibra prebiótica.
- Masticar chicle con demasiada frecuencia
Masticar chicle puede ser un salvavidas para esas veces que nos hemos olvidado de cepillarnos los dientes antes del trabajo o hemos comido un poco de ajo de más en la cena y tenemos una reunión importante.
Masticar chicle de forma ocasional no es ningún problema, y algunas personas nunca tendrán un problema con ello. Sin embargo, para algunos, masticar chicle puede hacer que se trague demasiado aire, lo que provoca eructos, gases y sensación de hinchazón.
Si eres una de estas personas, entonces intenta evitar el chicle, optando por una alternativa de menta suave.
- Comer demasiado deprisa
Si prácticamente inhala la comida y no es un comedor competitivo, es posible que quiera ir más despacio.
Comer demasiado deprisa puede provocar malestar e hinchazón, ya que no permite que el estómago se expanda lo suficiente para la comida entrante. Además, al comer deprisa se suele ingerir más aire del habitual, lo que aumenta la hinchazón y puede provocar gases.
La próxima vez que se siente a comer, intente ir más despacio. Piensa en disfrutar de la comida y en tomarte tu tiempo. No tiene por qué ser una carrera.
Resumiendo
Tu cuerpo es el que mejor sabe, así que presta atención a lo que te dice.
- ¿Estás saciado?
- ¿Tienes hambre?
- ¿Tienes sed?
Trata de no comer sin pensar o dar por sentado que tienes hambre cuando puede que sólo tengas sed. Si puedes, anota si te sientes cómodo y saciado después de comer o si te sientes hinchado y demasiado lleno.
¿Tienes dolor de estómago, muchos gases o te cuesta ir al baño?
Todos estos pueden ser signos de un intestino infeliz y un sistema digestivo ineficaz. Si te ocupas de los 10 malos hábitos anteriores, deberías poder remediar la situación para estar más sano.
Theo es entrenador personal y fundador de Lift Learn Grow.
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