¿Cuánta exposición al moho es perjudicial?

Además de ser desagradable a la vista, cualquier cantidad de exposición al moho no es segura para usted y sus mascotas. El moho en sí no es peligroso, pero libera sustancias tóxicas en forma de esporas que circulan por el aire. Cuando estas esporas entran en contacto con la piel u otras partes del cuerpo, se habla de exposición al moho.

El grado de exposición al moho es definido y es diferente en los distintos individuos, dependiendo de su sensibilidad a los alérgenos. Las personas alérgicas corren más riesgo de sufrir daños por la exposición al moho que las que no son alérgicas. Sin embargo, las personas no alérgicas también pueden volverse alérgicas debido a una exposición prolongada al moho. Este artículo examina los niveles de exposición al moho que pueden ser perjudiciales para la salud.

Exposición al moho y sus efectos

El moho es un tipo de hongo que crece en ambientes húmedos y cálidos. Crece sobre todo en zonas que carecen de luz solar y circulación de aire adecuadas. Ejemplos de estas zonas son las paredes de los baños, los suelos de las cocinas y otros lugares con humedad por fugas en las tuberías. El moho se reproduce mediante esporas que se liberan en el aire.

Las esporas pueden permanecer latentes si no se dan las condiciones favorables en esa zona concreta. Como resultado, el moho también permanece latente y casi se vuelve negro, lo que normalmente se conoce como moho negro. En este estado, las esporas no crecen activamente. Vuelven a su crecimiento activo cuando hay condiciones favorables. En este estado latente, el moho y las esporas no son perjudiciales para la salud. En este estado, el único problema del moho es ser antiestético y los efectos perjudiciales que causa en las estructuras en las que está adherido. Sin embargo, sigue siendo importante deshacerse de él porque cuando se den las condiciones favorables, el moho afectará negativamente a su salud.

Diferentes niveles de exposición al moho

  • Exposición leve

En este nivel, los efectos de la exposición al moho no son tan graves. La exposición leve se produce principalmente cuando las personas no alérgicas se exponen a pequeñas cantidades de moho. Las personas pueden estar expuestas cuando deshierban su jardín, trabajan en las huertas o realizan otras actividades que podrían causar la exposición. El moho que causa una exposición leve podría estar creciendo en materiales de madera, paredes y otras estructuras o incluso en zonas húmedas debajo de grifos con fugas. Para las personas sensibles, la exposición al moho puede causar rigidez en la nariz, ojos irritables, estornudos, irritación de la piel, tos y, a veces, sibilancias.

  • Exposición grave

La exposición grave se produce cuando un alérgico o una persona sensible al moho entra en contacto constante con éste durante un período prolongado. En el año 2004, el Instituto de Medicina (IOM) encontró pruebas suficientes para relacionar la exposición al moho en interiores con problemas respiratorios en el sistema de vías superiores en personas alérgicas y sensibles al moho. Dichos problemas incluyen tos, sibilancias y otras reacciones alérgicas.

También se encontró que los niños sanos desarrollan dificultad para respirar y enfermedades respiratorias y asma en personas susceptibles cuando se exponen a ambientes interiores húmedos. Sin embargo, no hubo pruebas sustanciales que relacionaran la exposición al moho con efectos adversos como la hemorragia pulmonar idiopática aguda entre los bebés, la pérdida de memoria o el letargo.

Otros estudios han encontrado una relación potencial de la exposición al moho con el desarrollo de asma en niños que son más propensos al asma genética. Los estudios también muestran que la eliminación de las condiciones de la vivienda puede reducir el asma y las alergias respiratorias. Por lo tanto, recomiendan que se realicen estudios más profundos para corroborar estos hallazgos. Los efectos de la exposición al moho pueden ir de leves a graves dependiendo de cada persona. Es grave en los bebés, los niños y las personas que tienen una baja inmunidad a las enfermedades.

El crecimiento del moho se puede superar mejorando la circulación del aire en su casa, utilizando productos químicos domésticos como el vinagre, el alcohol y el peróxido de hidrógeno, deshumidificando la casa y reparando las tuberías con fugas.

El peligro de la exposición al moho difiere de una persona a otra. Depende de su sistema inmunitario, ya que cuanto más baja sea la inmunidad, más susceptible será la exposición al moho. Las personas con baja inmunidad a las enfermedades tienden a ser alérgicas. Por lo tanto, se ven más afectadas por la exposición al moho, en comparación con las personas que no son alérgicas. Por otro lado, las personas que tienen una mayor inmunidad a las enfermedades tienden a ser menos alérgicas. Como resultado, se ven menos afectadas por la exposición al moho. Sin embargo, esto no significa que las personas sanas no se vean afectadas; incluso pueden desarrollar alergias que antes no tenían. Por lo tanto, es aconsejable no ignorar la presencia de moho en su casa, ya que esto podría enfermarle.

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